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E
CR
IRE

(une journal moleskin acheté au Paris)

 

 

 

 

 

 

 

“The page looks white on the outside,

but inside it is black.”

 

Moshe Gershuni

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

I.

 

-Writing is this: delusional truth, a life unveiled from the inside out: ink about act: think who you are.

 

-If you obtain self by simply being, then tell, who are you?

 

-Am I not both of us now, both our eyes upon the same world, now, our page?

 

-Beyond any tamed conception, what do you see when you read these words?

 

-What do you hear when you read Silence? When you make it yours?

 

-Are you sure beyond any reasonable doubt? Are you unreasonably certain of our shared terrain?

 

 

 

 

 

 

 

 

II.

 

-Am I retracting light, or am I giving it back? Writing is as generous as it is selfish. Within its boundaries there is no place for oppositions. Like the world from which it stemmed, it is what it is.

 

-A child stands on the threshold. He waits for a choice to be made. To come back to the shores of an old land and grow tamed. To take on the ocean and conquer the waves, whatever risk entailed.

 

-A child waits by the threshold and gathers the will of his unspoken name, then he unites with his other side. They both write with a stick on the sand. Words from the heart, bridges between worlds, gentle or furious waves. He speaks both words as he waits for his Beloved’s arrival.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

III.

 

-This is, after all, an untamed treatment on the nature of the living Silence, written, spoken, thus hidden.

 

-The child leaves the threshold, jumps into the muddy river. His feet sink as he becomes a wild reed again.

 

-The Beloved comes, recognizes the child. He cuts the reed, pokes it with wholes through which breath can escape, and begins to play the music of the heart.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

IV.

 

-Escribir es esto: modular el desorden, simular un orden.

 

-Aparentemente queda la palabra fija en tinta, navío anclado al puerto que es la página.

 

-Y si a la mirada la palpa el aliento, si desde el nido en el mástil del vigía se clama la ventura en movimiento, la posibilidad de avistar tierra nueva.

 

-Voy o no voy. En cuanto a decidir si el evento merece el encuentro, si el destino alivia la ausencia, si lo insólito de lo posible promete, aquí o allá, involucramiento.

 

-¿Quién entenderá conmigo el desvarío?

 

-Repaso la ilusión de un instante, éste, en el que súbito e inesperado ocurro: Soy línea curva sosteniendo el horizonte; me siento como la vasija frágil que Atlas lleva a cuestas; soy, pues: la carga y la mula, Sísifo en la cima, la piedra erosionada que repaso, el trazo de arriba abajo, de abajo para arriba.

 

-Me repito intermitente, como luz de estrella que ha de ser sol en la mirada de otra forma viva.

 

-La misma luz enciende todas las palabras y todas las estrellas. La luz ambulante que hoy miras de una estrella muerta, ilustra el destino de la forma que la nombra.

 

-Escribir es deambular, pero no lo es tanto como leer. En ambas queda liviana pero enfáticamente sugerido no atrofiar. Entiéndase por el inifinitivo la acción realizada en el instante de la destrucción de lo leído. Éste. Desentiéndase de todo lo demás.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

V.

 

-Escrito sobre el muro de enfrente un fulgor solar. En la página, palabras: fulgor del fulgor.

 

-El asunto de la “semejanza” es claro, nos parecemos a la luz de la que emanamos. De la sombra se dice que es espejo y subsecuente despojo. El despojo corresponde a la forma que la expele o exuda o escreta (léase incluso tinta en letra).

 

-Soy huella de la luz, su inminente sombra, soy su memoria. ¿Qué más? Indeleble cambio constante... Voy quedando hecho partículas, voy recuperando mi humilde estatura, y la certeza de que de mi despojo quedará en tu huella de luz naciendo.

 

-¿O serás quizá la excelsa Nada? Y así te amo.

 

 

 

 

 

 

 

VI.

 

-Escribir es esto: desnudarse, o más precisamente: vestirse de desnudez.

 

-Bajo la piel guardo un alfabeto intacto. Con sus letras sin grafía una sola palabra puede ser “escrita”. Si te dijera ésa palabra el mundo entero se desintegraría. Sólo puedo decirte que esa palabra incógnita es el más fiel y puro sinónimo de la palabra “Amor”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VII.

 

-Esto escribo bajo dictado de ángeles, animales, ancestros, criaturas del más abierto imaginario: ¡Soy libre, pero no soy solo! Escribo esto.

 

-Esto escribo bajo el peso de demonios, sombras, dolencias milenarias, heridas esenciales a la desmembranza del Uno vertido: La vida es condena. Vivirla escribiéndola es dictado y sentencia.

 

-Escribir es esto: coger el filoso cuchillo y desmembrarse, pieza por pieza, articulación por articulación (como la Coatlicue), y recomponerse, reconvenirse y cicatrizar. Sanar. realizar Kintsukuroiinterior.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VIII.

 

-Escribir es esto: herir de muerte al silencio.

 

-También: preñarlo.

 

-También es esto: degollar a una gallina, aturdir la turbia nada, regar la sangre del instinto sobre la tierra neutra del olvido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

IX.

 

-Escribir no es más que escritura. Punto. Intentar decir más que lo dicho es otro símil canino: perseguirse la cola. Leer es la evidencia de esa persecución.

 

-Escribir es como cantar en la ducha. Leer es más como meterse a una tina.

 

-Adoro las tinas romanas de Ixtapan de la Sal, su intimidad marmórea en el spa, nido clásico de amor acuático, su caliente mineralidad vital. Gracias al acuífero volcánico por los jugos térreos en los que ahora me sumerjo. Escribir es Creer en la captura de un extraordinario momento impermanente.

 

-Escribir es dejar la huella de un otro que se es. Tú me escribes lo mismo. La luz vagabunda es el agua que hace encontrarse nuestras orillas.

 

-Leer no es más que lectura. Punto. Intentar leer más que lo escrito es el símil canino (revisitado). Escribir es la persecución previa a ésa evidencia.

 

 

 

 

 

 

X.

 

Cuando tus ojos me miran

la noche se reversa

y todas las estrellas

que anida el universo

me miran brillar en la vasta noche.

 

Cuando tus ojos me miran

mirarte en lo escrito

el día que alcanza

para hacer nacer mil ríos

que corran y canten con fervor

el hervor interior

en el corazón de la montaña.

 

Se inundan de Luna mis ojos.

No puedo ver más que tu nombre:

Horizonte

Hoguera

Oasis.

 

Casi todas las palabras caen

en el aliento que te aumenta:

Cántaro

Cristal

Crótalo

Crisálida.

 

Emano la luz que te refleja:

Estas formas te iluminan

y eres contenido claro

de casi todas las siluetas.

 

Se incendian de estrella mis manos

y ardo en el vacío que te clama.

Extiendo mis manos en flama hacia tu nombre

para quemarlo con un verbo procreador.

 

¿Dónde estás aurora lúcida;

dónde, luz de estrella;

cuándo es que vendrás

a inaugurar mi rostro;

cómo llegarás a mí

si sigo por el mundo a la deriva?

Un rinconcito de tiempo

es mi vereda.

Apenas alba la trama.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XI.

 

-Writing is this: uncoiling the serpent’s bifid tongue, biting the whiteness of the page, squirting all the venom out, killing it slowly with enduring time.

 

-There is an essential crime in Creation: that of severing the created from its source, that of murdering silence in its sleep and watching the black blood flood the white sheets.

 

-A writer in action feels like a little God, twisting and turning the fates entwined within the confines of a page. Though nothing further from godliness. In truth, writing is demonic, it has more to do with the shadow than the light, for even when in the last page a happy ending is resolved, the soul of what’s written must endlessly burn in the combustible flames of a living memory.

 

-There is a betrayal in writing, a lack of loyalty, a crumbling of trust. All lies spinning around the core of Silence. Silence is the only Truth. In writing or not.

 

-Writing is believing one is writing. Belief that needs no other confirmation but the act itself of drenching soul in ink. Nonetheless, every belief searches for a higher confirmation, in this case it is the act of reading; in a sense, reading is an act of blind faith.

 

-Writing presupposes an intention, the particular unfolding of an original idea. Yet, every idea holds within an infinite number of possible resolutions, innumerable minute details through which to claim form. Form is the ultimate betrayal of the idea from whence it springs. This betrayal entails the death and decomposition of the idea. The epitaph in flesh rising with the words.

 

-Eyes on a page are flies on a corpse.

 

-The hand that holds the dagger of betrayal in writing is Imagination. Imagination is monstrous in itself, it is the creature that turns against the creator and lives on, it is (though it seems to be the opposite) the very principle of destruction. One must destroy to create; there is no escaping this universal evidence, and writing is, undoubtedly, by the mere formula of its composition, the most human of all destructions.

 

 -It is often said that writing requires a deep sensitivity; I say it requires a tough insensitivity. When writing one must become almost impenetrable, hard as a rock. Over-empathizing with the creature makes it easy to get lost in the labyrinth of its unifinished/unfinishable psyche. If such empathy occurs, writing becomes madness, and even if the most amazing of creatures can sprout from madness, the senselessness of their fate becomes a foggy mirror of the writer’s original effort. The more distance one has with that which one creates, the more space there is for that imaginary reality to distend our own.

XII.

 

-Escribir es ardid, artimaña, urdimbre, falsificación. No hay originalidad alguna en su acto, y por más que se crea en la novedad, su misma dependencia en el tiempo la anula. Como decir: “no hay nada en la Nada”, el vacío, por más que se lo llene de sentido, es hueco e informe, e inefable su identidad.

 

-Se cree en la inspiración como origen de lo escrito. Todo lo contrario, es la falta de aliento, una especie de asfixia prototípica, la que lleva al jadeo irrefrenable de volcarse en tinta.

 

-Escribir es como cualquier negocio y cualquier religión; y de los pobres de espíritu es el reino de su cielo profundo.

 

-Escribir es mofarse descarada y sutilmente de la realidad, y de cuán limitados son los ojos.

 

 

 

 

 

 

 

XIII.

 

-Escribir es el intento de fugarse del silencio; por lo demás, el intento es casi siempre fallido, dado que la ventura del silencio es incomparablemente mayor a cualquier escrito. De alguna manera, se fuga del silencio y hacia el Silencio. Un texto recién sellado o roto el sello ejemplifica el destino de toda escritura.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XIV.

 

-Escribir es esto: coger la tinta, mover la mano, nada más. La intención de la escritura es su disfraz, puro entretenimiento. Como un niño me divierto. A veces también me aburro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XV.

 

-Escribir es disolverse a uno mismo en la figuración de la palabra, como azúcar en café. Como hierro en la sangre.

 

-No se escribe a partir del deseo de la palabra, sino desde la voluntad del silencio. Escribir es el entierro del silencio en el panteón de la página. Las palabras son el discurso que se da en honor del muerto.

 

-Escribir es torcerle el cuello a la gallina, desplumarla, desentrañarla, sumergirla en agua hirviendo, hacer caldo espeso, sacar la carne cocida, deshebrarla. Debe quedar nutritivo y delicioso, tipo receta de la Abuela. No olvidar los perfectos complimentos, la guarnición es tan importante como el plato principal.

 

-Imaginar que lo que se escribe tiene otro destino que el hecho mismo de que sea escrito es igual que suponer que el tiempo que cuentan nuestros relojes es verdadero. Se puede pensar que el orden de los días es definido por la estructura lineal del calendario y, sin embargo, los días no existen, no son la consecución de las horas de luz seguidas por las horas de oscuridad, que a su vez vaticinan un nuevo amanecer, que dictan nuestros ojos a nuestro cerebro medio sabio medio ciego. Los días son el Día que emana incesantemente del corazón del sol. La escritura quiere ser como el corazón del sol. Pero en realidad tiende más al vacío de la Noche interminable, al invernadero de las luces.

 

-Escribir es subirse a un vagón de tren atiborrado de nadie, y sudar la gota gorda entre la multitud de nadas aglomeradas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XVI.

 

-Escribir no es desahogar; por el contrario, es anegarse, desbordarse, y suponer que las aguas derramadas habrán de irrigar la tierra en la que duermen las semillas.

 

-Escribir es deambular por pasillos estrechísimos, creyendo que se anda por vastos campos en los que las semillas han florecido.

 

-Escribir duele como las saetas del sol temprano sobre la mirada que apenas despierta.

 

-Escribir es caer en reversa, desplomarse hacia arriba, golpearse la cabeza con el cielo, sangrar lluvia negra, lodosa, para arriba.

 

-Escribir es escuchar como el sordo, sutilmente, nada.

 

-Escribir es quedarse pero irse y esto es una locura, concebirlo, aunque escribirlo no lo sea. La mayor locura es que hubiera quien leyera lo que uno escribe.

 

 

 

 

 

XVII.

 

-Escribo como si importara que escribo lo que escribo; en dado caso, pudiese haber escrito cualquier otra cosa, y resultaría igual de imaginariamente indispensable.

 

-Me atrevo a decir la verdad: hay mentira en lo que escribo, hay escritura en mi mentira.

 

-Escribir es esconderse en la revelación del escondite. La palabra es una buhardilla; en cada una cabe algo del sedimento que deja el silencio cuando, irremediablemente, se desvanece.

 

-La palabra está enferma de muerte. La muerte está enferma de palabras. Escribir es el revulsivo insulso e ineficaz de la inevitabilidad de construir puentes.

 

-Hay algo que se escapa de lo escrito en lo escrito. Hay orillas sin ingeniería. Ése algo es tan ridículamente sutil, pequeño, que no hay palabra que lo contenga. La infértil persecución de ése algo innombrable es el motor de todo ejercicio de escritura.

 

 

XVIII.

 

-Escribir es confirmarse humano... como si no fuese suficiente el sórdido peso del pensamiento.

 

-Escribir es defecar la vida ingerida y limpiarse con palabras desechables el orificio de la muerte inmarcesible.

 

-Escribir es vomitar la insuficiencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XIX:

 

-Escribir es más un deseo de callar que de decir. Decir lo que se calla es la escritura misma.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XX.

 

-Escribir es suponer que se cumple una voluntad creativa. En realidad, la voluntad creativa es la que cumple a quien escribe. En este sentido el escritor no es sino extensión de su pluma, parte del instrumento guiado por la irrefrenable ley del movimiento y la transformación.

 

-Escribir es acuñar palabras memorables que nos salven del olvido que en reversa nos devora.

 

-Escribir es desear lo inabarcable y, en este sentido, manifiesta la frustración de lo inacabado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XXI.

 

-Escribir, ser escritor, es la esclavitud más iberadora.

 

-Algo de uno mismo se pierde en la escritura, algo se esconde, algo se anuncia, algo se abisma, algo se erosiona. El resultado siempre termina siendo una especia de asesinato de uno mismo en favor de la anonimidad sangrienta, irrigadora del cuerpo del crimen.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XXII.

 

-Escribir es traicionar a la voz del silencio.

 

-Escribir es preñarse con la voz del silencio, parir su monstruo.

 

-Escribir es dejarse invadir de lo propio ajeno; es habitarse de lo otro y figurarse multitudes que llenen el vacío de uno mismo que lo otro provoca.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XXIII.

 

-Escribir es deportar, más aún, exiliar a los habitantes internos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XXIV.

 

-Escribir es francamente miserable, algo siempre se escapa en el intento; la intención es una, la palabra es otra, y en lo convenido hay la supuesta creación de lo deseado.

 

-”El Poeta (por citar sin nombrar, rompiendo la cita con la negación) NO es un pequeño Dios”. Hay deseos de divinidad en la escritura, eso sí, la estúpida y vana esperanza de que uno puede hacer mejor a la Creación y, sin embargo, lo único que se logra es indentarla, astillarla, grabarle líneas supuestamente llenas de sentido.

 

-El amor por la escritura es como el amor por el espejo, por lo que éste devuelve, que no es uno mismo pero casi, imagen que supone revelar con formas la identidad sin dueño.

 

 

 

 

 

 

 

 

XXV.

 

-¡Escribir es escupir para arriba!

 

-Escribir es plenamente nulo, claramente absurdo, estúpidamente inevitable.

 

-Quien escribe anhela en secreto a quien lee. Por la ausencia del último y su deseo inminente, escribir es una especie de masturbación.

 

-El acto de la escritura es onanista, se place y satisface con el derrame solitario (casi siempre infértil) del esperma del aliento.

 

-Escribir no es un pecado, pero debería serlo, el mayor de todos, el imperdonable.

 

-Escribir es dañino, pero leer lo es más. Casi nadie se salva de lo último; lo primero es en verdad virus de pocos, por más que haya “tantos” que escriban.

 

 

 

 

 

 

XXVI.

 

-Writing is a result of metaphorical indigestion. One devours life, one vomits its mixture combined with one’s own inner juices... the result is usually viscous, stinks, and leaves a terrible aftertaste that cannot be erased.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XXVII.

 

-Writing is almost like falling in love. It feels like rising, and the higher one gets... the more painful the drop.

 

-Writing is as heavy as gravity, it pulls the mind down, it weighs so much it makes thoughts get dressed in the soil of words, in unseen churning metal cores.

 

-Writing is unbearably real, it squeezes the heart until it bleeds ink. Futile is the fantasy which sustains the act, writing is not what it is meant to be, it is nothing other than what it is not.

 

-Writing marries opposites: touches heaven, feels like hell; frees the spirit, slaves the mind; slaves the heart, frees some stranger´s eyes, unleashes space and freezes time.

 

-Writing is utterly stupid. I am stupid, words are stupid, and, sorry but you who read them are stupid too. [HomoStultos]

 

 

 

 

 

XXVIII.

 

-Acierto a mascullar lo intangible; el Silencio me responde desde el otro lado.

 

-Lo que el Silencio me dice no tiene espejo en que mirarse... Las palabras son ojos que tientan en lo oscuro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XXIX.

 

-Writing is loss and conformity, it is imminent betrayal, every sign is a shackle, every meaning a twisted link of a heavy chain.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XXX.

 

-Ecrire est une maladie et un benediction, ça blessure ouvre l’esprit au doleur creatif de Dieu, ces cris sont la sang du silence qui pleur.

 

-Escribir marca el instante preciso en el que al ángel (antes amado por el Silencio) le arrancan las alas, comienza a caer. Las palabras son la caída misma, y el aliento que después las nombra es el intento del nuevo ascenso, la redención.

 

-Escribir es maldición inevitable, necesaria para la existencia misma del mundo que nombra. No se puede suponer que el “fruto prohibido” fue creado para no ser comido; en la mordida se cumple el destino de su implacable concepción.

 

-Ecrire est la forme de la violence du pensement.

 

-On croyent qu’ecrir est creation... mais non! la plus grande et terrible destruction du monde est la blessure de la page blanche.

 

-Dice Gershuni: “La página es blanca por fuera, pero negra por dentro”. De la misma manera, a la inversa: la escritura (más aún, la palabra) es negra por fuera, pero blanca por dentro.

 

XXXI.

 

-Writing is a miserable and futile attempt at saving/healing a doomed world. The writer believes a future reader may save him from the solitude of his task, but, just like witnessing a murder, eyes on the fact do not and cannot bring the dead back to life.

 

-Writing is anchoring limbo, settling the vessel in the middle of nothingness; it implies a certain knowledge of navigation, it requires a skill in knots and coordinates, but it is nonetheless a clear reminder that the port lost is not and cannot be recovered, because its point of origin has been swallowed by the ever rising tide.

 

-Writing is demanding a fair trial for a crime that is yet to be committed. The jury (the reader) is always blind to the evidence at hand.

 

-Deliberation has nothing to do with liberation; the crime is unspoken until the blood runs. But once blood runs there can’t be any survivors. The written word is a weapon of mass destruction, and its construction is the mausoleum for the accused, the defendant, the prosecutor, the jury, and the judge.

 

 

 

XXXII.

 

-La escritura es desmesura, desbordamiento, inundación... nace del manantial tranquilo por conocer su cauce, y termina arrasando furioso los límites de su propio territorio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XXXIII.

 

-Writing is like a home-bound cat’s fecal ritual. The page a litter box filled with efficiently absorbing sand in which to bury the shit evacuated by the agile mind.

 

-Writing is a vacuum unleashed. When your eyes like wind sweep over the page, they lift dust and create a storm of specs in lightbeams!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XXXIX.

 

-Escribir es mi único sitio en el mundo. En verdad, si no hubiese verbo y tinta, no me habría lugar que ocupar, tendría que desencarnar.

 

-Una vez que asiento una palabra, semilla que me sea espacio: esto soy, esta mentira y más nada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XL.

 

-Escribir no es vivir (la palabra, por más que lo intente, no fija la vivencia en el espacio), pero es lo que más se le asemeja.

 

-Escribir es una cueva plena de vetas preciosas, cristalinas, que sólo han de ver la luz cuando el sol de otra mirada las arrebate de su sueño cavernoso.

 

-En la cueva sin luz, el escribiente duerme, sueña con cristales precisos, cuarzos que capturen y aumenten la esencia de la luz del mañana.

 

-El mañana es horizonte de la voz que hoy rebota sobre los muros curvos de la cueva oscura.

 

-El que en la cueva sueña es también cuarzo y frecuencia, y el eco de su aliento muestra el camino a seguir para encontrar la salida.

 

-Mientras el eco ronda los recovecos de la cueva, con rumbo a la salida y su abierta plenitud, las reverberaciones sintonizan la frecuencia del cuarzo que cantarán tus ojos cuando nos encuentren.

 

 

 

XLI.

 

-No hay escritura lineal o cronológica. Ni tiempo domado, ni espacio plano (como idea de mundo antaño). La escritura es la fuerza de Gravedad misma. El escritor, Magnetismo. El lector, Electricidad. Las partículas de un átomo. En el núcleo del núcleo de todos los átomos: El Silencio inconquistable, y alrededor, desnuda, la Verdad desparramada.

 

-La Verdad no atañe a la escritura... a no ser en su búsqueda interminable.

 

-No te canses. Tú eres la Verdad innombrable. Reconócete en la palabra, pero no te mires más en su espejo. Si la palabra te es espejo, eres imagen deformada, prisionera dentro. Si la palabra te es símil que borra cualquier frontera... ¡Bienvenido!

 

-Si estás aquí, ahora, conmigo, ya no espero, ya no buscas. ¡Esto, esto mismo es la palabra! ¿Te das cuenta cómo nos salva?

 

-La muerte se come la carne pero no los huesos. La escritura es el descubrimiento del cadáver milenario de algún anónimo originador de nuestra especie.

 

 

XLII.

 

-Escribir es mendigar migajas de sentido. La hogaza, inaccesible, se cuece en el horno del Silencio. Pide asilo la geografía de otras bocas.

 

-Hambrientos de la vida misma que se nos escapa en cada aliento, inmigrantes sin destino, escribimos aquello que el viento nos dicta desde adentro a cada paso.

 

-Lo que dice a nuestro oído es tan sutil como su erosionar a la montaña. Los milenios atañen al instante (en que la escritura nombra), del mismo modo que el instante atañe al testimonio de la cambiante eternidad que el viento dicta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XLIII.

 

-Writing “is” the Other.

 

-Writing “is” open limits, tight expansion.

 

-Writing “is” profound loneliness with everything.

 

-Writing “is” fire, smoke, ashes.

 

-Writing “is” water, sweat, flow.

 

-Writing “is” earth, death, growth.

 

-Writing, no matter how original, is only resemblance. The Word is a mask for the Meaning that hides behind the three veils of Silence.

 

 

 

 

 

 

 

XLIV.

 

-Ecrire est un constant déménagement d’âme. On prendent la mesure de l’Air. On blessent la chair du Temp. Et la sang que nous sommes coule comme l’eau liquid desous les glaciérs, geants blanches que pleurent lentement la chançon froide de notre blessure partagée.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XLV.

 

-Is to write more than this, writing? Are the verb and the action equidistant? Sometimes I write with my fingers on clouds! Weave words with all spectrums of red and green, like an abstract aftermath on a painter’s overalls! I paint writing, I decide, and dance away to an endless horizon! Do you hear the beat of my steps on our path towards you? And, who are you in this writing? Are you mere spectator, or will you “truly” walk in to meet me?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XLVI.

 

-Si mi escritura es tu espacio, fui arquitecto del esqueleto que ahora habitas. Esto y no otra cosa es la escritura: encarnarse en la forma de lo otro, con el típico y fútil ademán humano por vencer a la Muerte juntos.

 

-Esto es la escritura: no la página perfectamente mecanografiada, con indentaciones precisas, márgenes definidos, con editablilidad pulcra... Eso es el libro, amado mausoleo. La escritura es tropiezo y tachón, es palabras desbarrancadas en los peñascos filosos de la vanidosa inspiración.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

XLVII.

 

-Writing is nonsensical sense. It has an apparent purpose, but it is most common that its deepest meaning remains unclaimed.

 

-Every letter is a cosmos. Every word is a universe. But it is Silence, pure absence, that holds together the gathering of lights.

 

-Writing is an attempt in rendering observation on that gathering. In an opposed sense to the intimate and vital thrust of the creative will, it implies involved detachment, being the active witness of one’s own spyraling “spiel”.

 

-Writing. I have given my life to its task. Quietly. Without making too many waves. To me, nothing compares to the word’s quiet shore. I write it and, somehow, break “her” trust. Writing. Even if for nothing other than reverberating the exhilarating experience that Life is intimately...

 

-There is little more to say, but I don’t want it to end. The noise, the lights, the hills, the lake being filtered by the dam. Birds retreating, falling night. Darkness swiftly reveals the lights. Above, always above, as fragile as us, yet, somehow mocking our transience bellow. This is writing: Capturing dead light, remnants of “elsewhere”, crumbs of “a long time ago”. This instant is its only measure. I sit here and write, by hand. I write, ergo I am... The sole purpose of these words.

 

-Anything else for now?

 

-Once written, it has no foreseeable end

 

l’autumne 2010 / printemps 2011

©2022 by Daniel Pupko.

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